martes, 11 de septiembre de 2018

Orientaciones para el periodo de adaptación

Ya llevamos unos días de periodo de adaptación y los niños aún están intentando adaptarse al aula, a los compañeros y a las educadoras nuevas. Como ya os hemos comentado en diferentes momentos (entrevista, reunión de aula...) es normal que lloren los primeros días. Sabemos que esto no os calma, y que son días duros para los niños niñas y para vosotros.

Por eso os queremos recordar algunas orientaciones que pueden facilitar su entrada al aula:


Lo que ayuda en el proceso de adaptación

  1. Explicarles las actividades que van a realizar durante los primeros días de la escuela y cuándo se les va a ir a recoger.
  2. Transmitirles mensajes positivos y de seguridad sobre la escuela
  3. Ofrecerles una imagen de seguridad y tranquilidad cuando se les va a dejar en el centro.
  4. Favorecer las relaciones personales y positivas con sus compañeros/as, preguntándoles por sus nombres, juegos...
  5. Compartir dudas, preocupaciones o propuestas con la educadora.
  6. Cumplir las normas establecidas en cuanto a horario, ropa, alimentación, higiene...
  7. Ayudarles en su autonomía permitiéndoles que, cada vez más, actúen por ellos mismos.


Lo que no ayuda en el proceso de adaptación
  1. Engañarles: 'vengo ahora mismo  que tengo que ir a comprar pan...'
  2. Utilizar la escuela como amenaza: 'Ya verás como cuando comiences en la escuela, se te van a terminar todas las 'tonterías''
  3. Establecer relaciones contradictorias y/o de competitividad con los nuevos adultos que les vana cuidar y educar.
  4. Entrometerse en esas primeras relaciones etiquetando a los compañeros/as e incluso enseñándole conductas de ataque/ defensa.
  5. Considerar la escuela y la familia como dos lugares separados que se rigen cada uno por sus propias reglas.
  6. Considerar estas normas como arbitrarias y que sólo responden a las necesidades de la institución escolar y que pueden ser cumplidas en función de criterios individuales.
  7. No dejarle hacer a él sólo todo aquello de lo que en realidad es capaz: vestirse, comer, lavarse, ir al baño...

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